Muchas personas optan por vender su piso directamente entre particulares para evitar pagar comisiones. En cada transacción inmobiliaria, la agencia recibe una compensación por su papel crucial en el proceso de compra-venta. Esto incluye la organización de visitas, asistencia en cuestiones legales, gestión de compradores y la inversión en la promoción de la propiedad para atraer el máximo número de interesados.
Estas responsabilidades no solo requieren tiempo y recursos financieros, sino también un esfuerzo considerable. Además, gestionar una transacción por cuenta propia conlleva riesgos significativos y puede resultar costoso, especialmente sin el conocimiento adecuado en términos contractuales y en el proceso óptimo de compra-venta.
¿Cuáles son estos riesgos?
- No conocer a quién entre a la vivienda
Te encontrarás con un gran número de curiosos como personas interesadas en teoría en comprar la propiedad, pero sin los fondos necesarios para hacerlo. Esto puede resultar en invertir mucho tiempo en visitas innecesarias, que podrían evitarse contratando a un profesional inmobiliario que se encargue de filtrar y proteger tus intereses.
Los agentes inmobiliarios están capacitados y tienen experiencia en este tipo de situaciones. Saben qué preguntas precisas (algunas personales) deben hacer a cada comprador y dedican tiempo a conocer sus intenciones para poder proporcionar la información adecuada.
Conocer si el comprador necesita financiación, si puede cubrir los gastos de la compra-venta, si cuenta con aval, son datos fundamentales para avanzar en el proceso de manera eficiente y sin perder tiempo valioso.
- Desconocimientos jurídicos
Es crucial entender que realizar una compra-venta implica conocimientos para redactar contratos como el de reserva, arras y compraventa.
Si firmas un contrato de arras y la transacción no se completa, los compradores pueden exigirte el doble del depósito como indemnización.
Realizar un nuevo contrato con otro comprador sin cancelar el contrato de compra-venta actual puede llevar a consecuencias legales y complicaciones financieras significativas.
Además, gestionar todos los trámites y documentos requeridos, como el pago de impuestos y posibles reclamaciones, también es parte fundamental del proceso de compra-venta.
- Invertir más tiempo y recursos de lo inicialmente previsto
Para destacar y posicionarse bien, es fundamental realizar una fotografía profesional y, en muchos casos, preparar adecuadamente la propiedad para la venta. Además, se requiere un certificado de eficiencia energética, manejar múltiples llamadas, coordinar las visitas (y en algunos casos, preparar la vivienda para cada visita), hacer las preguntas pertinentes a los compradores, conducir las visitas y cumplir con una lista extensa de tareas.
Es esencial reconocer que todas estas actividades demandan mucho tiempo y, sin la ayuda de un profesional, podrías encontrarte abrumado por la cantidad de tareas que debes manejar.
- Fijar un precio inadecuado
Si estableces un precio por debajo, podrías reducir tu potencial de ganancia, lo que se conoce como malvender la vivienda. Por el contrario, fijar un precio demasiado alto respecto al valor de mercado puede resultar en la falta de interés de la demanda actual que busca propiedades similares.
Lo ideal al poner a la venta un inmueble es realizar una valoración precisa y establecer un precio inicial que atraiga a todos los compradores potenciales con una oferta justa.
- Cargas de la propiedad
Una de las responsabilidades fundamentales al vender un piso entre particulares es verificar las deudas pendientes del inmueble e informar o cancelar aquellas que existan para que los posibles compradores estén al tanto.
Estas obligaciones financieras pueden abarcar una variedad de tipos, como préstamos hipotecarios, embargos judiciales, contratos de alquiler o usufructo, impuestos como el IBI y la plusvalía municipal, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, deudas con la comunidad de propietarios, suministros del hogar, entre otros.
- Inquilinos de la propiedad
Será prudente enviar una notificación por escrito que incluya la intención de vender la propiedad donde reside el inquilino, especificando el precio de venta, la fecha estimada de ponerla a la venta y las condiciones asociadas.
Es crucial recordar que el inquilino tiene derecho de tanteo y retracto sobre el inmueble, por lo tanto, debe estar informado de esta información.
Además, es importante considerar que un inquilino puede negarse a permitir las visitas necesarias para la venta del piso que ocupa. Por lo tanto, siempre es recomendable acordar los horarios de visita y todos los detalles relacionados con el proceso de comercialización del inmueble.
- Infracciones contractuales
Si no se informa adecuadamente y no se asegura que todo esté por escrito y firmado, puede surgir un grave problema en caso de incumplimiento.
Tanto en el contrato de reserva como en el de arras, se establecen derechos y obligaciones para ambas partes. En caso de incumplimiento, las cantidades acordadas deberán ser exigidas. Sin la asistencia de un profesional que proteja los intereses del cliente, podría enfrentarse a un prolongado proceso lleno de llamadas, pérdida de energía y tiempo.
En Servigestión entendemos los riesgos que conlleva vender tu vivienda entre particulares. Es por eso que te ofrecemos nuestro compromiso y experiencia para guiar cada paso del proceso, minimizando cualquier incertidumbre. Confía en nosotros para una venta segura y exitosa.